Esto fue un día cualquiera.
Hoy desperté, noté que el sol, por fin, había salido y decidí quedarme en casa.
Hay que entender que, una persona como yo, no rehuye de los días inusuales y alumbrados.
Sin embargo, la cabeza que rige al ente que soy, prefiere la sombrita y una tarde de cervezas tés.
Mi cama y mi perra. Mi domingo en un lunes.
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